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2 de diciembre de 2011

Segunda parada: Bilbao

Era nuestra segunda KDD de PM después de la de Oporto y llegábamos de Barcelona con cierto sabor agridulce en la garganta por la pena de dejar atrás a dos buenos amigos y por las ganas de volver a vivir algo parecido a lo vivido en Oporto.

Llegamos a Bilbao el viernes por la tarde con tiempo suficiente de ir al hotel y descansar un rato antes de la preKDD de esa noche. Para nosotros suelen ser más divertidas las preKDDs que las propias KDDs y ésta vez no iba a ser diferente.

Se había reservado un local para las 27 parejas que nos animamos a la pre, en el que cenamos animadamente, charlando con unos y otros y estableciendo las primeras impresiones y afinidades, para luego tomar las primeras copas. Hacia las 3 de la madrugada se cerró el local así que nos fuimos todas las parejas a una disco cercana en la que sí se terminaron de desatar los juegos y flirteos. Ese ambiente liberal animaba a buscar el encuentro, besándose unos con otros ante la mirada estupefacta del resto del personal. Se trataba de una situación realmente morbosa y divertida en la que predominaba sobre todo la camaradería y el buen rollo que desprende estar entre “iguales”, entre otras parejas liberales.

Entre baile y baile, entre beso y beso, entre juego y juego se iban creando los grupos que un par de horas más tarde llenarían de gemidos y jadeos los pasillos del Hotel (todas las parejas nos alojábamos en el mismo hotel), filtrándose a través de puertas y paredes.

Nuestro grupillo lo formábamos tres parejas, bien conocidas entre sí de otras situaciones parecidas y noches locas, que esta vez nos juntábamos en la misma habitación, en la que a base de juegos y fotos subidas de tono fue subiendo la temperatura hasta entremezclar 6 cuerpos desnudos en una cama. No se si fue al principio o al final, pero en algún momento nos aporrearon la puerta de la habitación, quizá algún huésped desesperado por los ruidos o quizá otra pareja dispuesta a unirse a la fiesta. Nunca lo sabremos ya que nadie quiso levantarse a comprobarlo.

A las 7 y pico de la mañana nos fuimos a nuestra habitación a tratar de descansar un rato, tarea prácticamente imposible ya que no dejaban de llegar a nuestra mente las situaciones vividas hacía tan solo unos instantes. El cansancio era grande pero nuestra excitación mayor así que volvimos a hacer el amor, esta vez solos, esta vez de manera más intima y dulce en nuestra habitación. No recuerdo que hora era cuando logramos quedarnos dormidos pero era tarde, muy tarde.

Nos levantamos justo para ducharnos, cambiarnos e ir a comer con todas las parejas a una sidrería en el centro de Bilbao. Allí volvimos a encontrarnos con las caras de la noche anterior, esta vez más familiares, volviendo a entablar conversación con unos y otros. El comentario mayoritario eran los ruidos que provenían de muchas habitaciones, ya que al parecer se habían creado bastantes grupillos múltiples como el nuestro.

Ya por la noche llegó el gran momento, la KDD, en un local reservado durante toda la noche solo para nosotros con pintxos, copas y buena música en el que la temperatura iría subiendo a medida que pasaban las horas. Los camareros no salían de su asombro ante muchas situaciones que observaban, primero con perplejidad y luego con deseo. Alguno incluso se llevaría un buen recuerdo cuando, al ir a recoger vasos, una chica le dio un buen meneo. Algunas parejas desaparecieron pronto, otras aguantaron hasta bien tarde. Nosotros, rotos de cansancio, tras 3 días sin parar decidimos irnos solos al hotel... pero eso sí, con más días por delante, que la siguiente parada sería Madrid...Pero esa será otra historia

1 comentario:

Anónimo dijo...

a ver cuando os animais a subir alguna de esas fotos que tienen que ser..uffff....una maravilla! mmmm...solo de pensarlo...