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12 de septiembre de 2011

UNA GRAN NOCHE ROMANA

Íbamos muy sensuales con nuestros disfraces. Loure de soldado romano y Alba de seductora ciudadana de Roma, casi una Diosa del Olimpo.
En el club había bastantes parejitas, todas conforme al “Dress Code” exigido,... algunas conocidas, otras por conocer, pero todas con ganas de disfrutar de una noche especial.
Al principio al ambiente era bastante relajado, con música de diferente bandas sonoras como “El últmo Mohicano”, “El señor de los anillos”, “Braveheart”, etc., que ayudaban a entablar conversación con unos y otros y hacerse una idea de con quién te gustaría estar más tarde en los reservados.
Suena “Carmina Burana” con toques house y la música cambia. Más marcha, más bailoteo y mucho más roce. Con el baile la temperatura sube de golpe, con las chicas (siempre más lanzadas) contorneándose, abrazándose al ritmo de movimientos sensuales mientras sus lenguas se buscan y empieza el juego.... de dos en dos, de tres en tres y en grupo, las chicas son las que más calientan el ambiente con sus bailes, caricias y besos entre ellas.
Poco a poco los chicos se animan a unirse a ellas en los juegos y empiezan a desaparecer las primeras parejas, al tiempo que se oyen los primeros gemidos en la zona de reservados.
Nosotros nos encontrábamos en un grupito de unas 5 parejas disfrutando del morbo de los juegos en la pista de baile donde las caricias y besos se suceden de un cuerpo a otro, de una boca a otra.
No sabemos bien cómo sucede pero siempre es igual; estás bailando, tocando, acariciando, besando entre un grupo de gente y, de repente, vas de la mano de otra pareja hacia la zona de reservados. Buscas uno libre de gente o, como suele ser habitual, uno con poca gente donde podamos entrar otros 4 y te dejas llevar. En nuestro caso nos metimos en un reservado con una grandísima cama negra donde ya había otras 2 parejas pero con sitio suficiente para nosotros.
La otra chica salió un momento y nos quedamos los dos chicos con Alba, de pié, desnuda para nosotros mientras nuestras bocas y manos la recorrían entera. Al poco rato vuelve la otra chica, abraza a Loure por detrás llevándole hacia sí, buscando su boca mientras sus manos recorren su cuerpo. El tiempo no corre mientras los cuerpos se funden entre sí, mezclados, saboreándose y acariciándose hasta marcar en la memoria ese cuerpo recién explorado por primera vez y que nunca olvidarás.
Recuerdo que Alba estaba de rodillas, a cuatro patas, con el otro chico detrás y la chica también a cuatro patas, con Loure detrás, mientras ellas se besaban y acariciaban la una frente a la otra.
A partir de aquí..... gemidos, manos que van y vienen, sabores, miradas, susurros y algún grito, orgasmos..... que más podemos decir, una GRAN NOCHE ROMANA.

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