Sorpresa Inesperada...

Era la semana grande en su ciudad, una semana de fiestas por todo lo alto y nosotros teníamos libre el fin de semana, así que quedamos con ella en ir a visitarla aprovechando las fiestas. No estaba cerca de nuestra ciudad, pero el encuentro y lo que sucedería después en la habitación del hotel merecían la pena así que el viernes, al terminar de comer, salimos hacia un fin de semana especial.

A mitad de camino paramos para descansar un rato y “Ella” nota que algo no va bien. – No te lo vas a creer- le dice.
-¿Qué ocurre?- pregunta “El” intrigado.
-Se me ha adelantado la regla, ¡5 días!- responde “Ella”

¡Pero qué mala suerte!, no nos lo podíamos creer. En ese momento no sabíamos si dar la vuelta o seguir. Al final decidimos seguir, que aunque no pudiéramos estar con esta chica todo lo “unidos” que nos gustaría por lo menos conoceríamos las fiestas de su ciudad.

Así fue. Nos encontramos con ella, nos presentó a sus amigos y salimos de marcha. ¡Menuda fiesta!, la verdad es que lo pasamos genial pero… faltaba algo.
La noche del sábado fue igual de divertida, esta vez con algo más de roce… como atormentándonos a nosotros mismos por lo que podría pero no podía ocurrir. Al final, cuando decidimos que es hora de ir a la habitación del hotel a descansar ella nos acompaña, sube y lo que no podía ocurrir ocurre.

“ella” la deseaba pero sabía que todo no podía a ser, así que se dedicó a darle placer de la forma que “ella” se imaginaba que lo estaba recibiendo, era una tortura dulce pero una tortura. “él” no tenía las cosas claras, sabe de sobra que a “ella” le encanta ver como se folla a otras, que la pone a mil pero sabiendo que “ella” se iba a quedar a medias…no era lo mismo.
No paraba de acariciarla y besarla y comérsela entera, luego se acercó a “él” y con caricias muy ardientes arrimó su boca a su oído y casi susurrando le dijo “fóllatela, fóllatela” y así fue “ella” se imaginó que era “él”, que era quien se estaba follando a la preciosa chica hasta el final mientras se miraban fijamente, con cara de deseo…

Fue diferente un poco torturador incluso pero un placer que “ella” volvería a repetir sin dudarlo…